El presidente de Corea del Sur, Yoon Suk-yeol, levantó ayer el estado de ley marcial de emergencia que había impuesto un día antes, en medio de una jornada de alta tensión política.
Por Marisol Bartolo
La medida, que había generado fuertes controversias, fue implementada luego de un conflicto con la oposición en torno a la aprobación del presupuesto, sin embargo, tras una rotunda resistencia por parte de la Asamblea Nacional, Yoon anunció su decisión de retirarla.
“Aceptaremos la petición de la Asamblea Nacional, retiraremos a los militares desplegados y levantaremos la ley marcial”, declaró el mandatario en una rueda de prensa.
A pesar de la presencia de soldados alrededor del Parlamento, casi 190 diputados lograron acceder al recinto y votaron en favor de una petición que bloqueó la aplicación del decreto presidencial, la petición también solicitó el levantamiento de la ley marcial, lo que llevó a la retirada de las fuerzas militares y policiales del área.
El presidente conservador, perteneciente al Partido del Poder del Pueblo, había decretado el estado de emergencia como respuesta a las tensiones por el presupuesto y a su acusación de que la oposición, liderada por el Partido Demócrata de Corea, simpatizaba con el régimen de Corea del Norte. Yoon justificó su decisión alegando la necesidad de proteger a Corea del Sur de las amenazas comunistas del norte y eliminar elementos antiestatales que, según él, atentaban contra la libertad y el bienestar del pueblo surcoreano.
Por su parte, el presidente de la Asamblea Nacional, Woo Won-shik, calificó de “inválida” la ley marcial e insistió en que los legisladores defenderían la democracia. Mientras tanto, el líder de la oposición Lee Jae-myung llamó a los ciudadanos a protestar frente al parlamento, que había sido bloqueado por las autoridades. Algunos legisladores de la oposición, además, sugirieron la posibilidad de iniciar una petición para destituir al presidente.
La jornada ha evidenciado la creciente polarización política en Corea del Sur, en un contexto marcado por los bajos índices de popularidad de Yoon tras más de dos años de gobierno, a pesar de la tensión, el levantamiento del estado de emergencia representa un paso hacia la normalización política, aunque las tensiones entre el Ejecutivo y la oposición probablemente continúen.