La información que recolectó el Voyager 2 en 1986 sobre Urano podría ser errónea

La sonda Voyager 2 sobrevoló Urano en 1986 y sus datos han contribuido en gran medida al conocimiento científico de ese planeta, aunque podría ser menor del esperado porque aquella misión se produjo durante un evento solar extremo y las cosas en su magnetosfera pueden no ser como se creía.

Por Emiliano Gabriel González Encarnación

De acuerdo con un estudio publicado en la revista Nature Astronomy, los investigadores apuntan que este sobrevuelo de la sonda Voyager 2 pudo producirse en condiciones poco comunes, cuando su magnetosfera estaba inusualmente comprimida por el viento solar, por ello nuestro conocimiento del sistema de Urano puede ser más limitado de lo que se pensaba.

“Observamos esta magnetósfera vacía”, dijo Jamie Jasinski, físico especialista en plasma espacial del Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA. Y sus cinturones de radiación, regiones del campo magnético del planeta que atrapan partículas de energía elevada, eran sorprendentemente intensos, algo que “rompe la teoría actual de los cinturones de radiación”, dijo Jasinski.

“Si hubiéramos llegado una semana antes, tendríamos una imagen completamente distinta de Urano”, dijo Jasinski.

The New York Times (11 de noviembre, 2024) reveló en un artículo que Jasinski cree que cuando la Voyager 2 pasó rápidamente por Urano, el planeta estaba siendo impactado por algo llamado región de interacción corrotante. Se trata de un estallido de actividad procedente de la superficie del Sol que se extiende por el espacio a medida que la estrella gira, expulsando largas corrientes de plasma hacia el borde del sistema solar. Se ha observado que este fenómeno afecta a otros planetas, como Saturno. Pero no se había considerado para Urano.

La página de noticias Xataka (12 de noviembre, 2024) aportó que El descubrimiento no es baladí. Pensemos que la misión de la Voyager 2 sigue siendo la única que ha visitado Urano, permitiendo el descubrimiento de, por ejemplo, 16 lunas y seis anillos. Con todo, los datos obtenidos continúan siendo vitales para investigaciones actuales y seguramente futuras.

El legado y la futura exploración. Como apuntan los investigadores, aunque la Voyager 2 se aleja cada vez más de nuestro sistema solar, los datos siguen proporcionando información crucial. Según un informe de 2022 de la Academia Nacional de Ciencias, Ingeniería y Medicina, la necesidad de una misión a Urano se vuelve cada vez más apremiante, principalmente porque el planeta y sus lunas presentan misterios que solo pueden resolver un orbitador o sonda atmosférica.

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