
Por David Domínguez.
Por primera vez en la historia de México, la ciudadanía acudió a las urnas para elegir directamente a jueces, magistrados y ministros del Poder Judicial. Sin embargo, la jornada electoral del 1 de junio registró una participación ciudadana de apenas entre el 12.57% y el 13.32%, según informó Guadalupe Taddei, consejera presidenta del Instituto Nacional Electoral (INE).
La elección, que abarcó 2,681 cargos judiciales a nivel federal y estatal, fue promovida como un avance democrático por el gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum. En su conferencia matutina del 2 de junio, Sheinbaum calificó la jornada como un “éxito”, destacando que la participación superó el número de votos obtenidos por partidos opositores en elecciones anteriores.
No obstante, diversos analistas y sectores de la sociedad civil han expresado preocupaciones sobre la legitimidad y eficacia del proceso. Las críticas se centran en la falta de información sobre los candidatos, la premura en la organización de las elecciones y el riesgo de politización del Poder Judicial. Además, en algunos estados se presentaron candidatos únicos, eliminando la competencia electoral y despertando críticas sobre manipulación.
El expresidente Andrés Manuel López Obrador reapareció públicamente para votar y expresar su apoyo a Sheinbaum, a quien calificó como “la mejor presidenta del mundo”.
Mientras tanto, el peso mexicano mostró una ligera apreciación frente al dólar, cotizándose en 19.39 pesos por unidad, según datos del Banco de México.
La inédita elección judicial de 2025 marca un hito en la historia democrática del país, pero también plantea interrogantes sobre la independencia judicial y la verdadera participación ciudadana en procesos clave para el Estado de Derecho.
Con información del UNIVERSAL.