Claudio Isaac, nacido en la Ciudad de México en 1957, fue un artista multifacético que dejó una profunda huella en el cine, la literatura y las artes plásticas. Hijo de la escenógrafa y bailarina Lucero Rueda y del cineasta Alberto Isaac, desde joven estuvo inmerso en el mundo del arte.
Por Marisol Bartolo
En el cine, Isaac fue más allá de su faceta como actor, su carrera como cineasta comenzó en 1976 con el largometraje Crónica íntima, basado en su propio guion. En 1982, dirigió “El día que murió Pedro Infante”, una película que se ha convertido en un clásico del cine mexicano. Entre 1980 y 1983, Isaac se dedicó a realizar una trilogía documental sobre destacados poetas mexicanos: Algo sobre Jaime Sabines, Guadalupe Amor: un caso mitológico y Octavio Paz,el lenguaje de los árboles. Este último documental fue especialmente significativo, pues permitió que la figura de Paz se acercara a un público más amplio, en línea con el deseo del poeta de llevar la poesía fuera de las “catacumbas” y acercarla a la gente común.
A lo largo de su carrera, Isaac también dirigió una serie de documentales dedicados a importantes escritores y artistas como Elsa Cross, Juan Villoro, Eliseo Alberto y Antonio Deltoro, además de haber continuado con la filmación de su serie sobre Octavio Paz con Octavio Paz: cantar y contar en 2014.
Como escritor, Isaac publicó varios libros, entre ellos la novela Alma húmeda (1998) y las memorias Luis Buñuel: a mediodía (2003), que narraban anécdotas y reflexiones sobre su relación con el cineasta español, quien fue una de las grandes figuras que frecuentó su familia. En 2012, Isaac presentó su segunda novela, El tercer deseo, y el libro de poemas Regreso al sueño.
Claudio Isaac, cuya obra fue reconocida en diversas áreas del arte, también fue testigo cercano de la vida y las amistades de su padre, quien se rodeó de figuras legendarias como Luis Buñuel, Leonora Carrington, José Luis Cuevas y Gabriel García Márquez. Su legado, tanto en el cine como en la literatura, sigue siendo una fuente de inspiración para las futuras generaciones de artistas y pensadores.
El último proyecto cinematográfico de Isaac fue el documental Sin Dios y sin diablo (2012), una producción inscrita en la edición número 61 de los Premios Ariel, que sumó un nuevo testimonio de su constante búsqueda por explorar los temas más profundos de la vida y la cultura mexicana. La figura de Claudio Isaac, con su mirada crítica y profunda, quedará marcada por su singular contribución a las artes y su capacidad para conectar con el alma de su país.